Los churros, una manera de empezar y acabar el día.

Será que se acercan las navidades y es época de atracones. Hoy reeditamos otra entrada gastronómica, sobre un manjar muy nuestro: los churros. Los churros se suelen tomar para desayunar, como snack en las ferias y para acabar una noche de fiesta. El chocolate caliente es su mejor acompañamiento. En la foto que acabas de ver, nos encontramos con nuestros alumnos de España a tu Alcance tomando un rico desayuno mientras visitamos la churrería Casa Piloto en Valencia, antes de comenzar nuestra jornada de clases.

Un poco de historia

Sus orígenes se sitúan lejos de la Península Ibérica, hay quien cree que son originarios de Méjico; pero lo cierto es que llegaron a costas españolas desde China a través de los comerciantes portugueses. Éstos disfrutaban del you tiao -demonio frito o palo en aceite- en sus travesías orientales. Posteriormente, los colonos españoles y portugueses los llevaron a América en el S. XVI y sería en Méjico donde evolucionarían con rellenos de chocolate, crema, dulce de leche o incluso salados como el queso.

No obstante, ha sido en España donde han tomado auténtico protagonismo y se han extendido por el globo a partir de su receta básica y primitiva: harina, agua, aceite y sal.

Hoy en día se han convertido en un manjar popular con multitud de variedades y recetas. No es casualidad que en zonas como Indonesia se les conozca como “donuts españoles”.

Volviendo a España, más concretamente a Zaragoza, encontramos las primeras churrerías que datan del S.XIX. Éstas los comercializaban con el delicioso chocolate a la taza para combatir las heladas mañanas de invierno. Se hicieron típicos también en Cataluña y Madrid, ya con el nombre de “churros”, proveniente de Castilla. Muchos vinculan este nombre al de la raza de ganado ovino de los pastores castellanos y la similitud de la forma con su cuerno característico del carnero.

Además, los pastores los consumían con asiduidad por ser más sencilla su elaboración que la del pan y más barato, puesto que no requería horno.

Glosario de términos relacionarios

Atracón: Término coloquial para referirse a la ingesta excesiva de comida.

Chocolatada: evento social en el que el consumo de chocolate caliente se convierte en el motor de la reunión. Especialmente en invierno, cuando el chocolate a la taza además de delicioso mitiga el frío.

Churrera: máquina automática o manual para crear y dar forma al churro. Se trata de un aparato en el que se introduce la masa por un extremo, extrayéndose el churro por el otro al ejercer presión.

Estar más quemado que el palo de un churrero: expresión coloquial para referirse a alguien muy “quemado”, que no tiene ilusión o interés por una actividad, especialmente laboral.

Oveja churra: raza de oveja originaria de la región de Castilla y León. Los cuernos del carnero son parecidos a la forma de los churros, y por ellos, presuntamente, el alimento adoptó su actual nombre.

Palos de rodar: son dos palos de medio metro aproximadamente que se emplean cruzados para sacar la espiral de las porras, suelen estar elaborados de madera de avellano

Porra: es una variante del churro. Aunque la porra lleva un poco de bicarbonato sódico (o levadura) y una mayor cantidad de harina. La porra necesita agua templada para permitir que la levadura reaccione, proporcionándole una textura esponjosa. Además, la masa debe dejarse reposar durante diez minutos antes de freírse.

¡Cuidado! Porra también significa:

• Un garrote o artefacto para golpear
• Una apuesta
• Un majado de verduras.
• Sinónimo de nariz

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