Sesquipedalismo. Cuando hablamos mal intentando ser más correctos.
Lo vivenciado en nuestro curso, gracias a nuestra metodología, ha dotado a nuestros alumnos de herramientas para desatar toda su potencialidad.
¿Acabamos de leer una frase llena de cultismos que aportaban ricos matices? O, más bien, ¿la compresión se ha visto entorpecida al alargar innecesariamente algunos términos? En efecto, acabamos de toparnos con lo que es conocido por los lingüistas como un sesquipedalismo y, al igual que superfrajilisticoespialidoso, “puede sonar extravagante, raro y espantoso”.
¿Qué es un sesquipedalismo?
El término que tratamos en el artículo de hoy tiene su origen en la voz latina sesquipedalia verba, que significa palabra de amplitud desmesurada. En ocasiones, la terminología se sale de lo coloquial no sólo por requerir un uso más académico o formal, sino porque ciertas palabras enriquecen o cambian su significado a través de un vocablo más evolucionado. Es el ejemplo de jugar y juguetear, que no significan lo mismo. Sí, la palabra sesquipedalismo es un sesquipedalismo.
Sin embargo, la tendencia a alargar innecesariamente las palabras creando frases rimbombantes y, en ocasiones, empleando términos inexistentes o simplemente redundantes, se observa muy a menudo en los medios de comunicación. El sesquipedalismo o archisilabismo suele ser un intento (consciente o inconsciente) de conquistar a la audiencia mediante el uso de un supuesto vocabulario culto. Algunos ejemplos de alargamientos innecesarios en las palabras serían:
abrir > apertura > aperturar
obstruir > obstrucción > obstruccionar
influir > influencia > influenciar
tensar > tensión > tensionar
operar > operación > operacionalizar
Es tan común que la RAE ha aceptado algunos de ellos, como influenciar o tensionar en la lista anterior. Sin embargo advierte de que su uso en muchas ocasiones no aporta nada al texto en cuestión y, en muchas otras, es incorrecto.
El “récord Guiness lingüístico” va para un británico
Probablemente el récord mundial en la invención de uno de estos términos lo ostenta William Gladstone, que llegó a ser primer ministro británico en cuatro ocasiones. En uno de sus discursos empleó el término antidisestablishmentarianism. Sé que los lingüistas que seguís a Bejalai sois intrépidos, así que os animo a intentar pronunciarlo. En español vendría a significar algo así como antidesestablecimientionismo. Este término ha llegado a convertirse en el nombre de todo un movimiento político del S.XIX inglés.
Tipos de sesquipedalismo
Hay varios tipos de sesquipedalismo según la familia en que se agrupan (como se construye la palabra), si son sintácticos (toda la frase es un sesquipedal) o no… Sobre esto y otros muchos errores y modas del español nos habla nuestra lingüista Ángela Hualde en el taller de ortografía y gramática para lingüistas “Vicios del español actual”. Dentro de nuestro curso de lengua y cultura española para intérpretes España a tu alcance. Edición en remoto. No te lo pierdas, en diciembre a través de Zoom.